20ª Jornada - Crónica - Las Rozas CF "C" 1 - 1 CD Galapagar

Autor: Ignacio Pérez

17-02-2014

Crónica // Ignacio Pérez

 

Se venía la Jornada vigésima con un partido de esos que marcan aspiraciones y definen objetivos. Las Rozas y Galapagar se enfrentaban en un duelo directísimo y con ciertos tintes de revancha y orgullo de por medio. Los locales, cuartos en ese momento y a tan solo dos puntos del tercero, Galapagar, recibía al conjunto serranés con el claro objetivo de superarle en la tabla y colocarse así tercero, más cerca si cabe de la cabeza.

 

El choque, disputado en el Recinto Ferial, iba a comenzar con ritmo alto y claras intenciones por parte del bando roceño, que con velocidad, verticalidad y peligro a balón parado iba a disponer de varias ocasiones para adelantarse en el marcador. Cuando los locales más apretaban y el Galapagar menos achuchaba, un error en la entrega en mitad de cancha de Las Rozas, iba a ser aprovechado por el habilidoso extremo zurdo visitante para poner un fuerte y raso centro lateral que despejaría el guardarredes con la mala fortuna de que el rebote iba a caer a los pies del delantero oponente para solamente tener que fusilar a placer el esférico y poner el 0-1. De nuevo, un fallo de concentración en el conjunto azulón traía consigo un gol en contra cuando menos lo merecía.

 

A partir de ese tanto, los visitantes se irían sintiendo más cómodos en el terreno de juego y arengados por su enérgico y pasional (a veces en exceso) entrenador, dispondrían de alguna ocasión más aprovechando el desconcierto y nerviosismo roceño, para engrosar la diferencia goleadora en este primer tramo. A falta de 10 minutos para alcanzar el descanso, el colegiado, con un absurdo afán de protagonismo, expulsaba a un jugador galapagueño por doble amonestación ante el asombro de los allí presentes. Justamente o no, según se mire, a Las Rozas se le presentaba una nueva oportunidad de llevarse los 3 puntos y remontar un encuentro que pintaba menos negro a partir de ese instante.

 

 

Con el marcador en contra pero un jugador más, saldrían los locales en el segundo periodo en busca del triunfo, acumulando gente en el centro del campo para llevar la batuta y el control del esférico y crear superioridades. Lo que parecía iba a ser un continuo acoso y derribo por parte de estos, se tradujo en unos segundos 45 minutos aburridos, soporíferos y vulgares. La posesión del esférico de unos no se traducía en peligro y amenaza para otros, que con líneas bien juntas y mostrando sobriedad y seguridad por arriba, apenas pasarían apuros para sacar algo positivo del Recinto. A falta de 20 minutos para la conclusión y con tiempo por delante, un error garrafal del arquero visitante, al que se le escurrió el esférico al intentar atajarlo, fue aprovechado por el oportunista atacante azulón para poner las tablas en el luminoso y de nuevo, fé y esperanza de poder culminar esa remontada.

 

El cuadro galapagueño consciente, ahora sí, del asedio que se les podía venir encima, se vieron obligados a recurrir y "echar mano" de triquiñuelas, artimañas y tretas comunes pero válidas y presentes jornada tras jornada en esta Segunda Regional. Pérdidas de tiempo, provocaciones y juego brusco con el claro objetivo de romper el ritmo alto del partido que Las Rozas pretendía imponer. Se puede hablar de éxito galapagueño en esa faceta, pues un jugador local iba a caer en esa trampa y al enzarzarse con un rival y la consecuente tangana, el trencilla iba a exhibir dos nuevos cartones rojos, uno para cada escuadra, y el choque empezaría, a falta de cada vez menos para su conclusión, tintes no muy favorables ni esperanzadores para los locales, que veían como sus continuos y también imprecisos centros y balones a la olla, no encontrarían remates claros o segundas jugadas aprovechables en zona de peligro.

 

Final del partido con empate a un gol en el marcador en un partido puro y auténtico de Segunda Regional. Reparto de puntos merecido atendiendo a los méritos mostrados por ambos conjuntos y distancias clasificatorias muy apretadas en un vagón de cabeza en el que ambos conjuntos aún tienen mucho que decir.